LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y EL DEPORTE
Un matrimonio de intereses. Negocio, espectáculo e información.
El deporte, ha sido una fuente inagotable de programas, de transmisiones en directo, antes más regularmente en diferido, representa una parte cada vez más importante del total de la emisión televisiva moderna.
Esta relación y cooperación entre los medios de comunicación y el deporte imparte sinergias y efectos importantes en la cultura de la sociedad.
Vemos por un lado, como los medios son agentes promotores de deportistas, donde se expresan, promueven los valores del deporte y determinan su popularidad. Hemos visto algunos ídolos creados por la televisión. Por otro lado, también es cierto que es precisamente en el deporte donde se producen y se expresan algunos de los grandes valores de la sociedad.
En este esquema se puede ver la influencia complementaria: la que ejercen los medios de comunicación sobre el deporte y viceversa.
El deporte representa importantes valores añadidos para las estrategias económicas, tanto de los anunciantes como de las cadenas de televisión. Las condiciones de los nuevos ecosistemas de la comunicación: rapidez de los mensajes publicitarios, percepción inmediata en los públicos, presencia en importantes eventos deportivos con grandes audiencias, competitividad entre marcas, variación de presencia local y global, entre otros.
Esta influencia es recíproca, los medios también intervienen en el deporte. Hasta los 70’ el deporte mantuvo una cierta autonomía respecto de los mass media. Su influencia era igual a la que impartían sobre otras instituciones sociales, como la economía, la política o la cultura. Con la llegada de las transmisiones en directo, el cambio fue tan radical que los medios desbordaron el ámbito de la información sobre el deporte para empezar a ser protagonistas. Desde ese momento los mass media no sólo fueron intérpretes o informadores de las actividades deportivas, sino que se convirtieron en auténticos coautores. Desde aquel entonces, se inicia el proceso de adaptación de los calendarios deportivos nacionales e internacionales a las exigencias del calendario de los mass media, especialmente de la televisión. Se busca la periodización y se evita la superposición entre acontecimientos.
En este contexto afecta también a los aspectos culturales más profundos de las relaciones entre los ciudadanos y el deporte. Es uno de los fenómenos más populares de este tiempo, abarca diversas acciones sociales como ser cábalas, rituales y fiestas masivas, en ocasiones: banderas, trapitos, canciones, entre otros. Afectan no solo a los espectadores sino también a las audiencias televisivas, involucrando decididamente, el ámbito de la cultura cotidiana con el deporte espectáculo. Las audiencias televisivas también celebran el deporte como un ritual para escapar de la rutina diaria, tal vez no con la misma intensidad que afecta al espectador en vivo, pero sí de alguna forma, en su propio espacio doméstico, en un bar, en compañía de otros familiares o amigos, sin dudas es motivo de encuentros. Por ello la importancia de este fenómeno digno de interpretación cultural y de interpretación crítica, como cualquier otro aspecto de la cultura de masas.
La influencia que el deporte ejerce en los medios de comunicación se ve reflejada principalmente en su programación y en su economía, como así también en otros aspectos importantes tales como la tecnología o el prestigio de las corporaciones mediáticas. Como consecuencia de una cobertura global, hemos visto como los medios han mejorado, actualizado e implementado recursos tecnológicos adaptados a nuestros tiempos y a las demandas del mercado cada vez más competitivo, con el uso de más soporte técnico, en cámaras especiales, uso de drones, pantallas de última generación, entre otros. Otra importante influencia se manifiesta en la nueva jerarquización de los deportes. Quien determina la popularidad de los deportes ya no es únicamente el espectáculo deportivo propiamente dicho, sino la espectacularidad de las imágenes televisivas, su televisación. Al igual que la desigual importancia mediática en el deporte de género.
Por otra parte, los mass media han traspasado algunos de sus valores más convencionales al deporte modificando las formas y valores de la narración deportiva. A esta transposición pertenece la forma de contar historias que afecta al vedetismo deportivo en la actualidad.
El deporte traspasa los escenarios típicos a los que antes pertenecía, tienen una popularidad cada vez más grande. Hoy por hoy, los encontramos en películas, series, contando quizás ya no tanto lo deportivo si no otra historia, los comienzos, sus raíces, los aciertos y los fracasos.
Notamos como se incrementa el triunfalismo de la victoria, que ahora se magnifica en burlas y memes aumentando el dramatismo de la derrota por las diversas plataformas y redes sociales.
Hagamos feedbak!
Sin dudas, el deporte genera pasiones que quizás ningún otro terreno las despierte con tal magnitud. Como argentina, y luego de haber trabajado por 8 años consecutivos en el ámbito deportivo y vivir el deporte desde mis raíces, me entristecen los últimos acontecimientos ocurridos en mi país. Hemos vivido escenarios de diversa violencia: violencia en partidos de fútbol, violencia previa al desarrollo de los mismos y violencia por sus resultados. Como análisis de este contexto, es necesario que el deporte, sus protagonistas y los medios de comunicación, promuevan un mensaje sólido del valor de las competencias deportivas sin esquemas agresivos.
@julietaogguier