LA COMUNICACIÓN DEL SIGLO XXI
Los Fundamentos de estos tiempos: «Tecnología, Adaptación y Emociones».
La comunicación de estos tiempos se fortalece de 3 elementos cada vez más relevantes para un efecto de mayor impacto: la Tecnología, Adaptación y las Emociones. Separadas también son importantes, pero esta fusión sin dudas potencia la comunicación y se utiliza como un recurso recurrente. Lo vemos reflejados en la nueva narrativa, en los relatos y la forma en que nos cuentan una historia, en la publicidad, en las películas, series entre otros. Hoy nos seducen con esta tendencia llamada «Storytelling». El arte de contar una historia, tal como lo hablamos en el artículo anterior STORYTELLING: ¿POR QUÉ HOY ES TENDENCIA?
La tecnología a su vez permite prever escenarios y comportamientos a través de la obtención de datos y análisis para tomar mejores decisiones. Lo más importante en estos nuevos entornos con presencia en diversas plataformas es su medición, no existen las acciones aisladas. En la "era analítica" en que todo es medible, predomina la transparencia hacia el consumidor y el mercado competitivo. Las marcas, cada vez se muestran tal cual son. Las métricas hay que buscarlas en la inteligencia emocional. Tal es así que La comunicación reconoce las nuevas herramientas para su medición de impactos mediáticos así como el impacto en actitudes y comportamientos relacionados con los objetivos de negocio. Métricas basadas en Smart Data para determinar la importancia de los intangibles, que ya hemos hablado en artículos anteriores, en el proceso de creación de valor para las organizaciones, reputación, confianza, aceptación, legitimidad social para operar y diferenciarse.
Esta fusión con la tecnología, nos envuelve poco a poco, abriendo las puertas a la era de la gestión híbrida de la comunicación. La Inteligencia Artificial está impactando cada vez más en el trabajo intelectual, como el procesamiento del lenguaje escrito y visual, el reconocimiento de imágenes y de la voz.
Con estas tendencias surgen o renacen nuevas profesiones enfocadas a las áreas de desarrollo que nos caracterizan como seres humanos: la gestión estratégica de las emociones.
Las emociones son el eslabón originario del proceso de activación de comportamientos. Es por ello, que las organizaciones que tienen en claro su propósito corporativo alcanzan con mayor facilidad ese posicionamiento diferenciador que genera identificación y vinculación auténtica con sus públicos. Arriesgarse o posicionarse en defensa de ciertas causas o de asuntos de interés general son algunas de las opciones para favorecer el advocacy hacia la marca. Los temas sociales que infunden empatía, escucha activa y autenticidad generan cercanía y vinculación emocional entre la marca y sus grupos de interés.
Estamos en una constante evolución, lo que hoy para algunos es una novedad, será norma dentro de un tiempo, y para llegar a eso, es necesario la ADAPTACIÓN.
Las empresas que desarrollan un aspecto más humanista y se toman el trabajo de investigar sus grupos de interés (estilos de vida, valores, temas de interés…) tienen mejores resultados en términos de recomendación, vinculación, rentabilidad y crecimiento en ventas, entre otros.
Su público interno, los empleados, junto a los expertos, son los actores sociales que mayor confianza generan. La comunicación interna conquista una enorme importancia. La reputación de la organización nace de adentro hacia fuera.
En los mercados del siglo XXI subsisten las empresas que entienden un capitalismo más inclusivo, diverso, sostenible, igualitario y humanista, responsable en conciliación y derechos humanos. Aquellas que no interioricen estos aspectos fundamentales se extinguirán. Los CEOs no solo deben comprometerse con su organización, sino también con los temas de interés social, mediante el uso de la tecnología y de las emociones de forma ética.
“Con todas las cartas encima de la mesa, gana el que mejor sabe jugar”.
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@julietaogguier